Colegios que trabajan con alumnos neurodivergentes, adecúan un espacio especialmente diseñado para que los niños con algún tipo de necesidad educativa sensorial,  conductual o neurológica, tengan la oportunidad de aprender a interactuar con su medio.  Mientras reconocen su entorno, pueden aprender a regularse, relajarse y estimular sus sentidos, por ello a estos espacios se les llama “aula multisensorial”.

Estos espacios están diseñados de tal manera que los niños pueden desplazarse cómodamente (o con apoyo, en caso de alguna necesidad específica). Cuentan con materiales especiales, desde una hamaca hasta un pasamanos, materiales que podrán parecer comunes, pero que tienen un objetivo sumamente importante como método de aprendizaje, relajación y regulación.