¿Qué significa ser neurodivergente?

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El término que se ha popularizado entre niños y jóvenes adultos para describirse a sí mismos ha sido “Neurodivergente”. ¿Pero sabes qué significa este término?

La neurodivergencia se refiere a la diversidad en el funcionamiento del cerebro humano. Realmente no hay una forma “correcta” o “incorrecta” en que el cerebro trabaje, lo que existe es una gran variedad de formas en que éste percibe y responde al mundo que lo rodea.

El término se genera por la lucha contra el estigma relacionado con las “personas con necesidades diferentes”, ya que pretende promover la aceptación hacia esas personas que simplemente aprenden y perciben el mundo de forma diferente a la “típica”.

¿Pero qué significa médicamente?

La neurodivergencia es un término utilizado para describir la diversidad neurológica, es decir, diferencias en la forma en que el cerebro funciona. Esta incluye una amplia gama de condiciones, incluyendo el trastorno del espectro autista (TEA), el síndrome de déficit atencional con hiperactividad (TDAH), la dislexia y otras condiciones similares. Estas condiciones no son enfermedades, sino más bien diferencias en la forma en que el cerebro funciona o una variación neurológica que puede tener un impacto en cómo una persona se desempeña en el mundo.

El término fue atribuido originalmente a la socióloga Judy Singer en los años 90. Si bien es un concepto relativamente nuevo y se encuentra en pleno desarrollo, ha sido bien recibido por la comunidad de personas que se identifican como neurodivergentes. Muchos defensores de la neurodivergencia argumentan que esta perspectiva ofrece un enfoque más positivo y aceptable de las condiciones neurológicas, y aboga por la inclusión y la comprensión en lugar de la discriminación y la exclusión.

Hay muchos diagnósticos comunes de neurodivergencia, sin embargo, cabe destacar que no existe una lista exhaustiva o una clasificación universalmente aceptada de las condiciones neurodivergentes, ya que abarca una amplia gama de diferencias neurológicas. Por lo tanto, es importante respetar la diversidad individual y evitar la etiquetación o la generalización excesiva.

Identificarse con la neurodiversidad

Si bien el término se creó para describir a las personas que presentan ciertos diagnósticos que resultan de variaciones en el campo neurológico, en la actualidad hemos visto que puede incluir a cualquier persona que se identifique con pensamientos y procesos cerebrales fuera de lo que se conoce como “típico”.

 

Frases como “yo veo el mundo diferente” o “mi cerebro funciona de forma diferente” son comunes entre las personas que se autodefinen como neurodiversas o neurodivergentes. Esto, por supuesto, debe ser siempre validado por un profesional bajo una estricta evaluación para determinar el diagnóstico y, sobre todo, la forma correcta de trabajar con un niño o adolescente neurodivergente.

Tipos de neurodivergencia

La Neurodivergencia tiene muchas formas de manifestarse, desde las más leves que son indetectables para la mayoría de las personas, hasta comportamientos más obvios que hacen que un individuo se comporte de manera “atípica”. Los ejemplos más comunes son:

Trastornos del Espectro Autista (TEA): Este trastorno tiene muchas formas de presentarse. Con frecuencia, las personas con TEA tienen problemas con la comunicación, la interacción social y pueden presentar conductas o intereses restrictivos o repetitivos. Las personas con TEA también podrían tener maneras distintas de aprender, moverse o prestar atención. Se consideran neurodivergentes puesto que tienen un comportamiento o actitud diferente a la de un individuo neurotípico.

Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH): El individuo experimenta dificultades para controlar sus pensamientos, atención, comportamiento y emociones. Pueden presentar dificultades de organización, inquietud y parecer desinteresados. Su neurodivergencia implica que pueden pensar de manera innovadora y ser capaces de ver un planteamiento que los demás no ven tan fácilmente.

Dislexia: Muy a menudo se asocia con una dificultad para leer, comprender, escribir o pronunciar las palabras de una manera desordenada. Sin embargo, las personas con dislexia suelen sobresalir en el procesamiento visual, tienen una fuerte conciencia espacial y tienden a ser muy creativos.

Otros tipos de neurodivergencia: entre ellos la dispraxia, la sinestesia, la discalculia, la epilepsia, la parálisis cerebral, el trastorno bipolar y el trastorno obsesivo-compulsivo, por mencionar algunos. Si te sientes identificado con alguna de las condiciones anteriores o conoces a alguien con estas características, es recomendable acudir con un especialista para realizar un diagnóstico profesional.

La seguridad de un diagnóstico puede brindar un entendimiento más profundo sobre la comprensión de por qué tu cerebro funciona de tal manera y cómo puedes trabajar con ello. Por el contrario, si nunca has tenido experiencia con las condiciones anteriores, es probable que seas neurotípico.

De cualquier manera, comprender la neurodiversidad es un paso importante para ser más respetuosos y aceptar que no todos vemos las cosas de la misma manera, y que todos somos diferentes.

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